"Hermana" Cristina canta en The Voice of Italy

Hay quienes se dejan seducir por el engaño de la popularidad. Esto es un verdadero peligro, por que, una religión sustentada en el sensacionalismo y la superficialidad es muy fácil que se desvíe y se pierda. En un tiempo se pude pasar a servir, sin querer queriendo al enemigo.
Estar dedicando nuestro precioso tiempo a practicar para agradar al público, sin que este fin sea, directamente pastoral, sino de un "testimonio" que satisface el ego, nos lleva a la idolatría.
Esa actuación no sería bien recibida en esa audiencia si fuera al servicio de DIOS, por que los que manejan esa clase de programas no buscan la conversión, lo que buscan es la popularidad. Una popularidad que enferma e idolatra a los que se prestan como actores en ella.
Por algo soy enemigo de los aplausos en la Iglesia.
"no se pude servir a dos amos"