Esto es algo que todo Hispano y Catolico del mundo debe leer... ¡Abajo la leyanda negra española!

🚨 CONTENIDO SENSIBLE 🚨

Lo que vas a leer a continuación es impactante, desgarrador, y puede que te haga sentir incómodo. 🧵
SACRIFICIOS HUMANOS EN LA MESOAMÉRICA PREHISPÁNICA Hilo de las “originales” formas de sacrificio que se llevaban a cabo.

En los tiempos de la alta cultura centroamericana siempre existieron los sacrificios humanos. Numerosas ceremonias y fiestas de culto que estaban ligadas al sacrificio de prisioneros, mujeres o niños. Los zapotecas y los mixtecas celebraban la fiesta del dios de la vegetación Yipe Totec, al que llamaban «nuestro señor el desollador». Se escogía a un prisionero y después de la muerte ritual, se le arrancaba la piel. Esta se entregaba a un joven sacerdote que tenía que llevarla puesta durante veinte días. Esto simbolizaba la renovación de la vegetación: la tierra se ponía un nuevo vestido verde.

En la misma fiesta se llevaba a cabo un sacrificio con flechas. Un prisionero, después de una lucha simbólica con dos guerreros contra los cuales de antemano no tenía nada que hacer, ya que estaba atado con una cuerda a un disco de piedra, era acribillado a flechazos. También en la fiesta de la cosecha se celebraba un drama religioso ante la pirámide principal de la diosa de la tierra. En este caso, la piel se arrancaba a una mujer, y se le ponía a un sacerdote. Al dios Tezcatlipoca se le ofrendaba también una víctima. Un hombre escogido era venerado durante un año como personificación del dios, pero en la fiesta de éste era inmolado.


Lo que imprime un rasgo tan macabro a la religión azteca son los millares de víctimas que se sacrificaban al dios del Sol al terminar el año. En la fiesta de la consagración de su templo principal en Tenochtitlán, fueron sacrificadas no menos de veinte mil personas. La sangre era el bien más preciado que se podía ofrecer a los dioses.

La forma más común de realizar el sacrificio era arrancar el corazón de la víctima conforme a un ritual minuciosamente elaborado. Al prisionero se le ponía entre cinco sacerdotes en la piedra de sacrificios y, bien sujeto allí, el sacerdote principal, con un cuchillo de obsidiana, abría el pecho del prisionero por debajo de las costillas, arrancaba el corazón aún palpitante y lo alzaba hacia el Sol. Se recogía la sangre y se llevaba a una cisterna de piedra. Finalmente el cadáver era arrojado desde lo alto de la pirámide, despedazado, separada la cabeza del tronco y arrojada sobre un montón de cráneos.

Los españoles contaron ciento treinta y seis mil cabezas delante del templo principal. Bernardino de Sahagún habla incluso de ritos caníbales: «Las partes más suculentas de los cadáveres más desarrollados se llevan a las casas consistoriales. Allí se conserva la carne y se la lleva a casa para devorarla. Allí se reparte, se corta y se despedaza. Primeramente se da su parte a Motecuhcoma (Moctezuma), quien recibe un muslo. Y el que ha hecho al prisionero invita a sus parientes, los reúne para devorar al hombre en su casa. Allí lo cuece empleando salsas especiales».


Ahora te hago una pregunta: ¿Deberíamos los españoles sentir vergüenza o complejo por la conquista, después de conocer esta información? Cualquier opinión es válida, te leemos. Si quieres ayudarnos, deja un RT en el primer tuit y síguenos para redescubrir tu historia 🫶

Maria del Carmen Quiroz Leon compartió esto
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Marcelino Ricardo roble
Las aberraciones que cometieron los indigenas en esa época con sus congéneres, no opacan la leyenda negra que fue abominable. Someter a la esclavitud y al genocidio, no tiene perdón.
Santos Pérez compartió esto
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